De Rivadiso a Santa Irene

Octubre 6, 2005
Y bueno, nos pasamos la noche en el albergue que ya conté... sin cenar, porque sólo teníamos dos bolsitas de papas chip y algunas barritas de cereales. No era un problema... desnutrirnos no nos íbamos a desnutrir, así que... a la cucha!


Amanecimos a las 6. Armamos las mochilas en silencio pero todos - de a uno - se fueron despertando porque es la hora que la cosa empieza a moverse. Recogimos la ropa húmeda (lavada de la noche), la prendimos con alfileres de gancho de la mochila y arrancamos sin desayunar... ya encontraríamos un lugar para repostar.

Así, después de un par de quilómetros, llegamos a la cafetería de un hostal donde tomamos el consabido desayuno... hasta un pato había alrededor de las mesas.
Esta etapa fue de casi 20 Km, hasta Santa Irene, donde encontramos un albergue público donde habían montones de camas vacías. Fue lo que nos decidió a pernoctar ahí.
Seguro que otra vez no había dónde comer, nada, nada de nada! Sólo unas barritas de cereales y una máquina expendedora de yogur. De haber seguido así, hubiéramos vuelto hechas unas modelos... pero claudicamos cada vez que tuvimos oportunidad.

Ahí hasta colgamos la ropa al sol. Nos acostamos antes de las 9 de la noche y dormimos hasta las 5:30. A eso de la 6 arrancamos caminando - ahora sí - hacia Santiago!